¿Cómo cuidar tus muebles?

"¿Cómo puedo limpiar mi silla de ABS?"

"¿Qué puedo hacer para mantener mi mobiliario de madera en buen estado?"

"¿El cuero qué cuidado requiere?"

Estos son tan solo algunas preguntas que recibimos a diaria de vosotros sobre el mantenimiento, cuidado y limpieza de vuestros muebles.

La gran variedad de materiales con los que se fabrican los muebles de hoy supone un mayor cuidado en el tipo de limpieza y mantenimiento que se recomienda para cada uno.

Ya sea de madera, mármol o mimbre, la clave para una larga vida de tus muebles es la limpieza. Pero el desconocimiento de algunos efectos de ciertos recursos limpiadores en determinados modelos, podría provocar un deterioro aún mayor. 

Aquí algunos consejos:

Madera: 

El polvo y la arenilla pueden dañar el acabado de los muebles, sobre todo si se les permite acumularse. De ahí la importancia de desempolvarlos al menos una vez por semana o más si es preciso. También puedes frotarlos con un paño suave, humedecido con un atomizador.

No deberías pasar por la superficie de los muebles el paño seco, pues sólo conseguirías esparcir aun más el polvo, aumentando el riesgo de que se raye la superficie y dañar el acabado. Cuando usas un paño para quitar el polvo comence por la parte superior y trabajemos de arriba a abajo. No deberías olvidar los bordes y frentes de gavetas, puertas y gabinetes, trabajando siempre en la dirección de la fibra de la madera.

Acrílicos, vidrio: 

Se debe limpiar la superficie con un paño limpio y suave ligeramente humedecido y lavarlo si es preciso con una solución de agua y detergente suave (si el mueble es acrílico) y de agua con un limpiador para cristal (si el mueble es de vidrio). Para lavarlo, use un paño muy suave o una esponja. Luego enjuague con un paño mojado y seque con otro limpio.

Cromo, acero inoxidable, hierro forjado: 

Se debe quitar el polvo con un paño suave o una aspiradora. Luego se limpia con un paño humedecido en agua jabonosa, en una solución de agua y soda (4 cdas de soda por 4 tazas de agua), o en un limpiador para uso general. Enjuagar y secar con un paño limpio. Para mayor protección de los muebles de hierro, aplíqueles con frecuencia una fina capa de cera líquida o en pasta.

Cuero: 

Quitar el polvo con un paño limpio y suave. Si la superficie es labrada o tiene botones u otros adornos, use un cepillo de cerdas finas. Cuando necesites una limpieza más a fondo, use jabón especial para cuero o frótelos suavemente con una esponja humedecida en una solución de agua y detergente suave.

Mármol: 

Se quita el polvo con un paño suave y se pasa una esponja humedecida en agua tibia para limpiarlo. Luego se seca con un paño limpio. Para una limpieza a fondo, se usan los pulidores especiales para mármol. Es importante limpiarlo apenas salte alguna mancha.

Mimbre: 

Se le pasa la aspiradora o un cepillo para eliminar el polvo y se lava de vez en cuando con una solución de agua jabonosa, frotando cuidadosamente con un cepillo de cerdas suaves. Estos muebles se deben alejar de los rayos solares que tienden a resecarlos. Si se resecan o para evitarlo, mójelos de vez en cuando con una manguera. Para reavivar un acabado algo gastado, se les aplica una ligera capa de lustrador.

Plástico, vinyl: 

Se quita el polvo con una esponja ligeramente humedecida en un detergente especial para estos materiales. Se enjuaga y se seca.

¡Esperamos que con estos consejos disfrutarás el máximo tiempo posible de tus muebles!

¿Interesado en alguno de los artículos mostrados en este blog?
Entra en nuestra tienda online.